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Resultados

Aquello que se busca incesantemente requiere de nuevos caminos para encontrar lo que espera a ser descubierto. Una verdad que se esconde en la frondosidad de la historia hegemónica camina por esta segunda versión. Con Armas de resistencia y “El archivo como mapa”, la siguiente muestra profundiza en la densa historia del movimiento estudiantil de la universidad del Atlántico, usa como punto de partida el periodo que va de 1998 a 2006, para luego adentrarse en la repercusión que tuvo en los años posteriores. Por este recuento variaron las hipótesis y preguntas sobre los espacios vacíos que deja la historia oficial frente a los hechos de violencia de la época, en especial los casos de estudiantes, profesores y trabajadores asesinados. En contraposición a ello, la verdad se hace visible cuando después de ser declarada a través de la ley de víctimas a la comunidad universitaria Sujeto de reparación colectiva, se conoce, estudia y reconoce que la violencia en el interior del alma mater fue causa del ascenso del paramilitarismo en las instituciones públicas. Es bajo esta realidad en la que se cuentan nuevas versiones y se expande toda la información sobre los hechos de victimizantes que al fin de cuentas debilitaron la organización política en la universidad.

La facultad de bellas artes no ha sido ajena a este periodo histórico. En lo que concierne a los procesos que se dan desde 2005, el papel del arte fue fundamental en medio de las manifestaciones en la medida que enriquecieron las vías de hecho con la multiplicidad de sus lenguajes. Así mismo hubo participación de estudiantes en organizaciones como “Dignidad estudiantil” que se desintegró luego de la bomba de 2006 a causa de amenazas y exilios. No es sino hasta 2010 que los artistas ante el primer desplome de su facultad, toman nuevamente las riendas de procesos de la lucha estudiantil, luego se integran y participan en 2011 en la MANE (Mesa amplia nacional de estudiantes) Y por último con la caída de facultad por segunda vez se forjaron una generación de artistas que se comprometen con su contexto, convencidos del poder del arte como medio de transformación social y participación política. Es la generación que ha venido liderando desde el 2017 un nuevo proceso por la defensa y la reconstrucción de la Facultad, ubicándose en el escenario político general de la Universidad. Es parte de esa generación la que se manifiesta hoy. El arte aquí funciona como un medio para la reflexión a esos procesos, y trae en su armamentum nuevos sentires frente a una noción histórica que parece repetirse incansablemente. Olga Huyke, Karen Moya, María Rangel y Aníbal Acuña, con el acompañamiento de Wilger Sotelo, Dayro Carrasquilla y Aníbal Maldonado logran reconstruir fragmentos de historias por medio de poéticas visuales, corporales y musicales con el objetivo de evidenciar los aspectos que han pretendido ser hasta ahora olvidados, empoderar las voces de las víctimas y retumbar junto a los que aún caminan con el mismo entusiasmo. Un gesto en la ruina que evidencia el vacío y la ausencia que esta dejó, un nadie que funge de médium para traer una voz de aliento y lucha del más allá, un mensaje en dinamismo que se lanza, recorre e incómoda en su paso por el espacio público y una huerta que se emplaza dando y luz a un lugar donde la muerte ha sido capataz. 

Sobre los días que transcurren, el movimiento observa como los hechos de violencia pretenden desplegarse en respuesta a las nuevas luchas y la organización, ante eso, la curaduría se presenta como un arma para continuar resistiendo en contra del olvido, y se mantiene en pie para la reparación y no repetición. Que la siguiente muestra continúe siendo el arma perfecta

Bienvenidos

Antonio Herrera - Ely Luz Shaik

Aníbal Acuña

Flama Eterna / Caliban
Videoclip 2021

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Aníbal Acuña a través de una composición clara y simple pero cargada de sentimientos mas no de sentimentalismo que entristece y fundamentada en los hechos históricos recopilados y analizados en el laboratorio, hace de esta composición un llamado a seguir resistiendo, a tener coraje a no dejar que las voces que callaron los violentos mueran en el tiempo, al contrario que sean llamas que alimentan las luchas del ahora. Es un grito entre el más allá y el acá por la memoria, por no olvidar.

 

Con una melodía entre lo agresivo y lo ceremonial, una estética espectral, lúgubre y combativa. Aníbal materializa con su voz y su actitud cargada de irreverencia y rebeldía el mensaje que dejaron todas esas voces que encontró al revisar el pasado e hicieron eco en su persona. Con esta canción busca homenajearlas, reivindicarlas y recordarlas, tener presente cuáles fueron sus luchas por las cuales alzaron la voz y les costó la vida.  

 

En lo visual apuesta por tener como escenario las tres de las sedes de la Universidad del Atlántico (sede 20 de Julio, sede norte y Fac. de Bellas Artes) encontrando en ellas puntos donde lo espectral y lúgubre son propios del estado de su infraestructura, encontrando una complicidad con los mismos espacios donde esas voces se gestaron, discutieron y resistieron. Estos espacios además de ser idóneos por su estética también son espacios y detonantes de memoria para toda la comunidad universitaria que vio como en sus instalaciones se paseó la muerte y que el artista pone de frente para recordarlo y no repetirlo. El artista decide incorporar la capucha como elemento por el cual deja su identidad y su individualidad a un lado, ya no es él, él es todos y todos somos él. Es un símbolo de resistencia, rebelión y revolución además la reivindica y la presenta como la única arma de defensa contra la violencia y persecución del estado.

 

Flama eterna es la materialización de las voces vivas de los compañeros que ya no están, pese a su ausencia física aún retumban entre las paredes donde se alzaron, en los compañeros que las escucharon y en las nuevas generaciones que no las conocieron pero que hoy levantan con ellos al recordarlos.

Karen Moya
Guía para sobrevivir a una tierra sin dolientes, y a pesar, muy libre.

Artbook 2021

Guía para sobrevivir en una tierra sin dolientes, y a pesar, muy libre

Libro-arte

2019-2021

 

Este libro se desprende de un proyecto central en proceso que es una huerta universitaria que se llama “El Peñón”, emplazada de manera transgresora en un terreno abandonado de la Universidad del Atlántico, donde en un principio, no había más que monte, basura y olvido.  La toma de este terreno se da en medio de la coyuntura del último paro nacional y universitario. 

 

Esta huerta que a partir del trabajo comunitario y la suma de intervenciones cotidianas como lo señala la artista busca que se pueda generar una transformación y rescate del lugar, para que sea punto de encuentro de todas las áreas del conocimiento y un punto referente para el pensamiento, la investigación, la memoria y la creación. 

 

Vale resaltar que este proyecto de huerta se ha dado en distintas etapas y tiempo, su primera incursión para apropiarse y rescatar los terrenos de la universidad se da a mediados del 2019 donde se logra rescatar parte del terreno, fertilizado hasta lograr germinar distintas especies de plantas. Es precisamente de esos primeros rastros de vida en un terreno donde se ha vulnerado la vida es donde se gesta este libro arte en proceso, que llega al laboratorio a reafirmar el valor de la memoria, a encontrar nuevas visiones de la historia al revisar el pasado de ese lugar que se apropia.

 

Karen reflexiona en los hechos que no tienen relevancia ni trascendencia, en lo diminuto, en lo frágil. Es allí, en lo mínimo donde posa la mirada, donde la luz surge en la oscuridad y se plasma en unas hojas en negro que actúan como diario que se convierte en una guía poética para sobrevivir a un 24 de octubre (Día de la memoria en la UA). Donde por medio de historias invisibles de unos suspiros (celosia argentea var. cristata)  reflexiona de manera profunda la idea de ser de la planta y retrata de manera rigurosa, casi taxonómica, su estructura, su germinación,  su crecimiento y su muerte precaria, a causa de pisotones de cientos de estudiantes que huían de la fuerza represiva del escuadrón de la muerte ESMAD, la SIJIN y la Policía Nacional, al violar la autonomía universitaria, autorizados por el entonces rector Carlos Prasca el día 24 de Octubre del 2019 mientras se llevaba a cabo el acto de homenaje a los estudiantes caídos del atentado del 2006. Desde ese día la huerta y todos su habitantes sufrieron un daño que intentó repararse durante el tiempo que duró el paro del 2019 que se generó por la decisión tomada por el entonces rector. Dicha reparación se vio frustrada por la pandemia, que condenó el lugar rescatado nuevamente al olvido y abandono, hasta resurgir en medio de la última coyuntura nacional de paro, y materializándose en  la “Huerta Universitaria el Peñón” impulsada por la artista y el movimiento estudiantil en general.

“Guía para sobrevivir en una tierra sin dolientes, y a pesar, muy libre” es un arma contra el olvido, una poesía visual de rebeldía y resistencia que busca seguir sembrando y encontrando terreno fértil donde poder seguir germinando, pensando y actuando por la transformación real de la universidad, el entorno y la sociedad. Un grito de aliento al movimiento estudiantil que le recuerda lo vulnerable y fuerte que es, como esos suspiros que revivieron, crecieron y florecieron, es la memoria haciéndose presente en la acción de liberar la tierra.

María Rangel
Tras los pasos que hay que andar, en el país del no futuro

2021

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Tras los pasos que hay que andar, en el país del no futuro

Trapos y textos

 2021

 

Los trapos son elementos de señalamiento y denuncia propios de la movilización y protesta social, en ellos se denuncia un hecho, se formulan preguntas, se señalan culpables, se visibilizan ideas, se manifiesta descontento, rechazo, construyen memoria y además,responden fielmente a su carácter movilizatorio dado que no suscitan acción en un único lugar, sino que invitan a acciones múltiples según la naturaleza del lugar o de la convocatoria sea esta una calle, una fachada, un puente peatonal o un espacio de encuentro o concertación política. Teniendo en cuenta ese carácter dinámico vemos un mensaje en movimiento que entra en relación directa con el cuerpo que lo sostiene, lo transporta de un lugar a otro y resiste para darle una duración y una prolongación al mensaje de acuerdo a la distancia y tiempo de cada movilización, plantón o reunión a el que se lleve.

 

El trapo es también un elemento que denota presencia e identidad de todos los actores que participan en la movilización social, ya que por medio de él se identifican los distintos sectores políticos, sociales y los territorios participantes de ella. Además convoca a esa comunidad previamente a su construcción, haciendo que las inconformidades comunes sean un punto de convergencia en ellas y se construyan soluciones conjuntas. 

 

María reconoce e identifica la importancia y la manera como este elemento se inserta en las dinámicas de la lucha social y los distintos espacios donde este se gesta, es así como nos presenta estos trapos como un elemento simbólico y el resultado de una creación colectiva que permite tejer lazos comunitarios entre quienes lo realizan, se movilizan y los leen. 

 

Por último la artista mediante unos ejercicios de escritura creativa reflexiona y profundiza el mensaje del trapo, como se gestó, lo que género en la masa, lo que ella vivió y sintió al momento de ponerlos en su hábitat natural y la repercusión de esto. Textos cargados de una poética rebelde, que conmemora, cuestiona y reclama. 



“LOS TRIBUTOS NO SE LE PAGAN A UN ESTADO ASESINO, SE LE RINDEN A LOS ESTUDIANTES ASESINADOS”

 

Este trapo lo creó la artista para el 28 de abril, el primer día de movilización del paro nacional del 2021. Hace un juego de palabras a partir de los dos significados de la palabra tributo, ese fue el inicio para la creación del trapo que estaba dispuesto a denunciar la reforma tributaria que presentó el gobierno nacional y al mismo tiempo homenajear a los estudiantes caídos en la lucha estudiantil. La artista sintetiza en esta rase el rechazo a la lesiva reforma y a su vez denuncia los hechos de violencia que sufrió el movimiento estudiantil de la universidad del Atlántico en una marcha de coyuntura nacional para así resaltar la labor y la importancia del movimiento estudiantil en el movimiento popular y social.



“¿HASTA CUÁNDO?, HASTA SIEMPRE”

 

 Frase de una arenga popular y combativa en las manifestaciones sociales, a dos voces, una que lanza la pregunta y la otra que da una respuesta clara y contundente, ¡hasta siempre! sinónimo de resistencia, de perseverancia, de dignidad, de no doblegarse ante el enemigo hasta alcanzar la victoria por la cual se lucha. La frase está acompañada por una imagen que retrata una primera línea, grupo surgido en el marco de las últimas manifestaciones en Colombia, cuyo objetivo es defender la movilización de la represión del estado. Es un homenaje a ellos, a esos nadie que han decidido ser vanguardia de un cambio social real. A los que están hasta siempre y si es preciso hasta la muerte. La realización de este trapo estuvo a cargo de la artista con el apoyo del movimiento estudiantil de la facultad de Bellas Artes.

 

“¿DÓNDE ESTÁN LXS DESAPARECIDOXS?”

 

Pregunta que se hacen las madres, los amigos, los compañeros y todas las personas que están en las calles protestando. En Colombia en el marco del paro nacional del 2021 la cifra de desaparecidos aún no se puede dar con claridad, los entes gubernamentales hablan de 96 las organizaciones de DDHH cuentan entre 300 y 400 personas desaparecidas, cifras alarmantes que denotan que son hechos sistemáticos  que hablan muy mal de una democracia. ¿DÓNDE ESTÁN LOX DESAPARECIDXS? Es una pregunta ante la ausencia que al mismo tiempo los hace presentes en el avanzar de la movilización. Este trapo fue elaborado por la artista en colaboración con el movimiento estudiantil de la Facultad de Bellas Artes.

Olga Huyke
Todo lo que es posible debe suceder

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Todo lo que es posible debe suceder

2021

 

La facultad de bellas artes es el espectro de una crisis interna que vive la universidad del Atlántico desde el inicio del milenio. La facultad con sus tres caídas (2010-2017-2018) expulsa a sus habitantes a otros lugares y desintegra su comunidad mientras el edificio se deteriora sin haberse evitado durante cuatro años. La inestabilidad de sus muros, la corrupción y la violencia se apoderan de las sedes, pero al tiempo, sus estudiantes despiertan. La condición de bellas artes pone en discusión la ruina como la imagen misma de cambio, y con la reflexión, trae devuelta a los artistas a su lugar.

 

Olga recurre a las palabras por medio del cartel intentando conjurar el pasado: la historia de la universidad, una que habla de silencio y olvido. Con una tipografía que se desdibuja en la distancia del lugar, rememora y al tiempo delimita el espacio. Camina y se integra con los salones y espacios abandonados, ocupa con su cuerpo el lugar que años atrás fue transitado por estudiantes y artistas de la historia de la ciudad. Allí, en medio de una grieta grabada con ladrillo, al lado de raíces que se trepan y se juntan con la transformación y la ruina, justo ahí donde el sol deteriora la pintura de los muros y deja ver lo que hay oculto tras ellas, es donde se manifiesta la muerte. La artista atraviesa con ruinas las reflexiones y preguntas. Dirige la mirada a las sutiles líneas dibujadas de aquello que parece invisible e inexistente, al tiempo que atrapa la forma del vacío en tres grietas sobre papel.

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